La Generalitat de Cataluña persigue ahora a quienes tratan de aplicar terapias de reorientación sexual. El victimismo de la homofobia sirve igual para atizar a los católicos y para fomentar la homosexualidad.
No es políticamente correcto, pero desde un punto de vista científico no se puede afirmar que exista un gen gay. La estadounidense Asociación Médica Católica defiende que la homosexualidad no es innata y que el ambiente en el que los niños se desarrollan es la clave más importante. Por tanto, la homosexualidad tiene cura, tal y como demuestran los resultados de las terapias del Dr. Hatterer.