Sr. Director:
Asociaciones como No más silencio, con siete años de experiencia terapéutica postaborto, afirma: Lamentamos la trampa mortal que la presente ley del Aborto ha tendido a las mujeres y a toda la sociedad, y de la que intentaremos sacar a quienes caigan en ella aunque no siempre con éxito y ruega para que ninguna mujer haga uso del derecho a destruir su vida junto con la de su hijo, que hoy le otorga Zapatero.

 

En los manuales psiquiátricos se recoge el llamado Síndrome Post-aborto: sentimiento de culpa, depresión multiplicando por 3 la tasa de suicidio, pesadillas concomitantes y repetitivas, ruptura de relaciones de pareja/matrimonio, desórdenes alimenticios, sin contar con ciertas secuelas físicas.

Algunos testimonios recogidos por esta asociación son: Cuando sostengo al bebé de un amigo, lo sufro todo otra vez. Siento gran tristeza porque el mundo nunca conocerá a los dos hijos que aborté." (Linda Marie). "Físicamente no tuve problemas con mi aborto, pero emocionalmente viví un infierno que continúa conmigo diariamente."(Terri Fangman).

"Me dijeron que ésa era la mejor decisión. Pero no me hablaron sobre el vacío emocional y físico que iba a sentir y que me destruiría para siempre. ¿Qué puedo hacer con el dolor que siento?" (Nereida Ortiz). Sin embargo, la Iglesia anima a todas aquellas que han abortado a reconciliarse con Dios y consigo mismas a través del sacramento de la penitencia.

Eva Catalán