CVC no acaba de cerrar la financiación para su OPA, aunque mantiene el apoyo de Caja Madrid. La CNMV aconseja a ambos contendientes que esperen al 13 de agosto, en que entra en vigor la nueva ley de opas. CVC tienta a los directivos: está dispuesto a ofrecerles un 4% del capital. Tensión en el Gobierno por el hecho de que las firmas de capital-riesgo se estén haciendo con empresa estratégicas: el efecto preocupa el efecto Blackstone

Hasta a los ministros más liberales y progresistas del Gobierno Zapatero, hasta al mismo Pedro Solbes, arquetipo la modernidad, que levantó todas las barreras al capital riesgo en España, les asusta un tanto que los fondos de private-equity campen a sus anchas en el país y pretendan hacerse con empresa estratégicas. Por de pronto, la imagen que proporciona no es muy socialista pero es que, además, los sindicatos empiezan a mosquearse. El efecto Blakcstone, que tras comprar la cadena Hilton ha disparado los precios de las hoteleras, hace mella en toda Europa.

Así que, por primera vez, el Ejecutivo ha intervenido en la venta de Altadis. Como se sabe, el candidato mejor situado era el fondo CVC, que prepara una oferta de 50 euros con un ‘pool' de bancos, frente la oferta de la tabaquera británica Imperial Tobacco (47 euros por título), que aducía no poder endeudarse más. Con la palmada del Gobierno, Imperial cobra ánimos.

Del Gobierno, y de la CNMV, que les ha aconsejado, a uno y otro postor, que lo mejor sería esperar hasta el 13 de agosto, en que entra en vigor la futura ley de opas (lo cual no significa que se pueda anunciar antes), la normativa que, entre otras cosas, impide las opas parciales.

Respecto a la oferta de CVC, hay que decir que no ha conseguido cerrar el pool de bancos que debería financiarlo. El fondo sigue contando con el apoyo de Caja Madrid pero otras entidades, como BNP, Bancaja o Deutsche no lo ven tan claro. En cualquier caso, CVC juega con otro as en la manga: ha prometido al equipo directivo de Antonio Vázquez un 4% del capital. A un equipo del que probablemente prescindiría Imperial, que es del sector, una oferta de este tipo le hace tilín.

En cualquier caso, el problema ya no es Altadis, sino la marea de capital riesgo que llega. Esa sí asusta: a todos los gobiernos de Europa.