La vicepresidenta del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, no observa una advertencia en las palabras que el ex presidente Felipe González pronunció el jueves 27 en relación al debate sobre el modelo de Estado.
En su opinión, una cosa es la descentralización y otra muy distinta la centrifugación, que, para González, perjudica tanto al todo como a las partes. Todo un tirón de orejas al que el Ejecutivo no se siente aludido. No percibo advertencia por parte de nadie, señala De la Vega, que insiste en que la postura del Gobierno en relación al debate territorial es clara: fidelidad al marco constitucional, que ha permitido la convivencia pacífica de los españoles desde 1978.