La Guerra Civil fue un episodio lamentable que ha dejado huellas imborrables todavía hoy. El franquismo fue una dictablanda: blanda, pero dictadura. La Transición trató de pasar página a los últimos años de nuestra historia colectiva para poder afrontar el futuro juntos y sin rencores. El mismo Zapatero afirmó recientemente su admiración por ese periodo histórico.
Sin embargo, en paralelo, prosiguen los trabajos por la recuperación de la memoria, que no hacen sino resucitar las heridas que muchos habían conseguido cerrar con gran esfuerzo. El pasado 16 de diciembre el BOE publicaba las bases reguladoras para la concesión de subvenciones destinadas a actividades relacionadas con las víctimas de la guerra civil y del franquismo.
En concreto, serán actividades subvencionables la investigación, exhumación e identificación de las personas desaparecidos violentamente durante la guerra civil o durante la represión política posterior. También será subvencionable la instalación de placas conmemorativas u otros elementos identificativos en fosas comunes que no sean objeto de exhumación.
La recopilación de testimonios orales de las víctimas directas de la guerra civil y del franquismo también será objeto del maná del Estado a través de la intercesión de De la Vega. Además, también se subvencionará la recopilación de documentación y la organización de cursos y seminarios. Doble contra sencillo a que el rector de la Universidad Cardenal Herrera de Valencia, Alfonso Bullón de Mendoza, que ha recopilado testimonios orales de la guerra no recibe un euro. Doble contra sencillo a que la Hermandad de Paracuellos también queda fuera de la línea financiera. Todo sea por la reconciliación.
El texto completo de la convocatoria pueden leerlo aquí.