Arropada desde luego estaba. Atentos a los ministros presentes en el desayuno: Sebastián, Salgado, Aído, Corredor, Caamaño, Gabilondo y Garmendia. Además, el defensor del Pueblo, Enrique Múgica. ¡Que no falte de nada! Casi, casi un Consejo de Ministros paralelo en un céntrico hotel madrileño.
Por lo demás, el discurso de la 'vice', además de vacío de contenido informativo, estaba plagado de 'apriorismos' ideológicos y de cursilerías pedantes. Vean algunas:
El gran enemigo de la verdad no es la mentira sino el mito (...) en menos de un año hemos dejado atrás el mito del mercado autorregulado que, dejándolo a la deriva, ha terminado por llevarlo -y con él a todos nosotros- al borde del precipicio
Atrás queda aquel final de la historia que decretó un conservadurismo complaciente que creyó tener las llaves de nuestro destino
Hay quien ve en los cambios de estos meses el embrión de un Gobierno mundial y hay quien también se resiste a dejar atrás ese abultado equipaje neoconservador que todo el planeta está cuestionando y abandonando al borde del camino
El mundo no volverá a ser el mismo y creo que ya podemos entrever algunas de las vigas maestras de ese horizonte al que nos encaminamos
Dicen que el lenguaje es el reflejo del alma y el alma de este nuevo tiempo se declina con palabras como responsabilidad, compromiso colectivo, igualdad, solidaridad, multilateralismo, diálogo, interés general.
La derecha (...) intenta desesperadamente cargar en el debe del Gobierno todos los males de una crisis que ellos con sus planteamientos 'neocons' contribuyeron a generar
Y hoy -lo digo con toda humildad- vemos cómo el mundo se mueve en una dirección en la que España lleva recorrida una parte del camino.
Bla, bla, bla de ideología, ariete del PP, desmarque de responsabilidad y retórica. Mucha retorica.