- Tanto debilitar al resto de la Eurozona, ahora resulta que las exportaciones alemanas se resienten.
- Encima su política de ortodoxia en el déficit ha disparado el fraude fiscal en la locomotora europea.
- Y la guinda de la tarta: crece el sentimiento antialemán en España, Italia y en los países 'rescatados'.
- El frente antiteutón empieza a concretarse en Bruselas.
- Y Merkel afronta elecciones en 2013.
Lo del lunes es nuevo. El presidente del Banco Central Europeo se atrevía a contradecir al general Berlín, y aseguraba que compraría deuda española e italiana aunque fuera deuda a corto y el secundario. Eso sí resultaría legal. La verdad es que se trata de una mera cuestión de leguleyos, dado que lo que estaba en juego es quién manda. Los alemanes le habían prohibido comprar deuda para aliviar la prima de riesgo española e italiana y el cabo Draghi se negaba a acatar la orden: ¡Cuánta desvergüenza! Y todo ello en vísperas de la reunión del jueves 6 del Directorio del Banco Central Europeo (BCE).
Y es que Ángela Merkel (en la imagen), por vez primera en meses, se plantea la posibilidad de dulcificar su política y abandonar la prepotencia alemana -no, no es una reiteración-.
Ya no sólo son Mario Monti y Mariano Rajoy quienes le dicen que no pueden soportar más, sino los hombres de Bruselas, Durao Barroso y Van Rompuy advierten que el euro peligra, no por los déficits sureños sino por la obcecación alemana en mantener una Europa monetaria de dos velocidades. La prima de riego ya no es un problema de España e Italia o de los rescatados sino que empieza a serlo de la mismísima Francia, mientras que las agencias de riesgo castigan al conjunto de la Eurozona. Y el sentimiento anti-germano crece en toda la Unión, salvo en los aliados habituales: Austria, Holanda o Finlandia. Y aún en estos países satélites de Alemania crece el sentimiento anti-UE.
Pero lo que más preocupa a la canciller Merkel es que su obsesión anti-déficit público ha llevado a una elevación general de impuestos en toda la Eurozona. La Hacienda federal alemana aborda ahora mismo todo un proceso de fuga de capital hacia paraísos fiscales por parte de la población teutona.
Y lo más importante: las exportaciones alemanas han caído en picado en países como España y se han estancado en su conjunto.
Lógico, si te dedicas a debilitar a tus compradores llega un momento en que no tienen dinero para comprarte nada, y entonces el que pierdes eres tú. Merkel ha jugado a hundir a Europa y ahora corre le riesgo de hundir a Alemania. Y se juega el puesto en las elecciones de 2013.
Eulogio López
eulogio@hispanidad.com