Aunque el título se presta a equívocos, Declaración de Guerra no es una película de contenido bélico sino un drama humano que narra la lucha de unos jóvenes padres para salvar la vida de su hijo.
Romeo y Julieta se conocen en una discoteca, se enamoran y tienen un hijo, al que ponen Adán. Pero cuando el niño tiene más de un año, Romeo empieza a sospechar, por su retraso motriz, que algo le ocurre…Ante el grave diagnóstico médico solo cabe una opción: tirar hacia adelante…
Pocas veces se asiste en la gran pantalla a un proyecto tan personal puesto que la directora y su pareja en la vida real (Valérie Zonzelli y Jérémie Elkaïm) son asimismo guionistas y protagonistas de la película. Más aun, Declaración de guerra es autobiográfica puesto que ellos también tuvieron que afrontar la enfermedad de su hijo (que aparece en la película) y, por tanto, conocían de primera mano los ambientes hospitalarios.
Pero quizás lo novedoso de esta película es que la directora ha optado por contar este drama humano con cierta jovialidad, con esperanza donde, incluso, hay hueco para momentos divertidos. Porque, de hecho, como ha afirmado la propia Valérie: Declaración de Guerra es sobre todo "una historia de amor que se enfrenta a una dura prueba". Una prueba que madura a sus protagonistas…
Curiosamente, aunque el filme es optimista y valiente a la hora de afrontar la enfermedad es muy fatalista en el tema de las relaciones de pareja. Sin desvelarles más, toda la película se vislumbra elaborada desde la perspectiva de una persona de convicciones de izquierdas e incrédula, tanto por los términos empleados como por la ligereza al afrontar temas como el lesbianismo o la falta de trascendencia de la vida
Para: Los que quieran ver un drama humana narrado con originalidad y poco más…