El arzobispo de Valladolid, Braulio Rodríguez Plaza, aseveró en la Vigilia de Oración y Expiación por la Vida, que es preciso abolir la ley del aborto al estimar que "la vida humana no es una mercancía".
A su juicio, el malparto "no es un problema sólo para los católicos", ya que "muchos que no comparten nuestra fe lo rechazan, lo cual indica que la ley despenalizadora del aborto de 1985, en sus tres supuestos, debería desaparecer".El arzobispo subrayó que la existencia "como don" se debe "respetar, tutelar y promover, mucho más cuando es frágil y necesita atención y cuidados, bien antes del nacimiento o en su fase terminal".
También señaló "el valor y la dignidad de la vida personal desde la fecundación hasta la muerte natural", frente a "redes de muerte, como son el aborto procurado y toda forma de eutanasia directa".
Asimismo, reiteró que no se puede "descuidar la educación sexual de los niños, adolescentes y jóvenes", mediante la cual "se les enseña a aprender a amar", señaló.
"El respeto absoluto a toda vida humana inocente exige, también, ejercer la objeción de conciencia ante el aborto provocado y la eutanasia", afirmó Juan Pablo II.
Clemente Ferrer Roselló
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