FG al borde de un ataque de nervios: la cotización no funciona y el nuevo consejero delegado, Ángel Cano, seis meses en el cargo, tampoco. Ya se barajan como posibles sucesores Vicente Rodero y Juan Asúa, cuando aún no lleva un año en el cargo. Corre el riesgo de quedarse como un banco hispano-mexicano cada vez más débil en bolsa.
Francisco González (FG), presidente del BBVA, está al borde del ataque de nervios. Apenas seis meses después de cesar fulminantemente a su número dos, José Ignacio Goirigolzarri -que no se marchó, le echaron-, ahora resulta que tampoco le gusta Ángel Cano, a quien considera un CEO a prueba. El 29 de marzo cumplirá medio año en el cargo pero FG está nervioso: la cotización no funciona y la capitalización del BBVA se distancia cada vez más del Santander. Mientras, el banco de Botín se sitúa por encima de los 80.000 millones del BBVA, no consigue alcanzar los 40.000.
La última: tras muchos fracasos en el ámbito internacional, donde lo único que funciona es Bancomer, la entidad mexicana que compró Emilio Ybarra contra la opinión de FG, el Grupo con sede en Bilbao comenzó a adquirir entidades, sobre todo el Compass Bank, en Estados Unidos. Precisamente, el alto precio pagado por entidades que no lo valían fue la causa de la dimisión de Ignacio Sánchez Asiaín, actual director general de BBK.
Pues bien, las sospechas del hijo del histórico presidente del Banco de Bilbao, se confirman ahora: en 2009 el grupo perdió nada menos que 1.050 millones de euros en Estados Unidos. A pesar de ello, FG se ha empeñado en anunciar al mercado que en 2010 el Compass y satélites ganará lo que perdió en 2009, es decir, 1.000 millones de euros. Por el momento nadie se lo cree pero ahí queda eso.
La pérdida de credibilidad de FG con los analistas financieros ya se fraguó cuando redujo drásticamente la mora real en el segmento hipotecario.
Conclusión: hay que buscar un culpable. Por ello, la alta dirección de BBVA vuelve a ser un hervidero de rumores sobre el futuro de Ángel Cano. Ya se barajan dos nombres para sucederle: Vicente Rodero, el único superviviente del Banco de Bilbao y Juan Asúa, el hombre tranquilo, responsable de banca comercial en España y Portugal, es decir, de lo que mejor funciona en el BBVA.
¿Que se no puede cesar a un consejero delegado en seis meses? Sí, si hay que buscar un culpable. En cualquier caso, ya hay un precedente: FG se cargó al primero de Rodrigo Rato, Ramón Bustamante, como consejero-director general de Argentaria en tres meses. En cuanto se produjo una rebelión contra el nombramiento, capitaneado por el fallecido Paco Gómez Roldán, el de Lugo decidió aupar al rebelde y dejó a Bustamente como consejero no ejecutivo, pero cobrable, y sin responsabilidad alguna.
En resumen, a FG le pone nervioso la distancia, cada vez mayor, que Emilio Botín está poniendo por medio. BBVA corre el riesgo de quedarse en el banco hispano-mexicano, no en grupo global. Y no importa de qué planeta seas: eso duele.
Eulogio López
eulogio@hispanidad.com