Griñán ha tomado el testigo: nada importa sino ganar. Ni socialistas ni populares quieren poner límites al mandato de los presidentes, porque todos aspiran a perpetuarse en el sillón.
Toda la semana ha venido marcada por la decisión de Rodríguez Zapatero de no presentarse a las próximas elecciones, sobre todo desde que la TV pública entró en campaña en defensa del indefendible presidente Zapatero.
Ya echaba yo de menos a RTVE en su salsa, aquella tele genuina, la de Calviño, en estado puro, el aparato de propaganda con sus mejores fulgores. Lunes, telediario de tarde de canal 'number one'. ZP ya había advertido que no se presentaba como candidato a las Generales de 2012 y entonces doña Pepa Bueno nos informó de que Zapatero, mismamente, ha sido el único presidente de la democracia en convocar primarias para sucederse. Lo de Aznar -el único que se autolimitó a ocho años desde el primer día y cumplió su palabra- no fue más que un 'dedazo'. Oiga y, además, Obama se presenta a la reelección. Claro, a la primera, porque en Estados Unidos ya puedes ser tan popular como el republicano Reagan o el demócrata Clinton, que a los ocho años te largas. La limitación de mandatos es terminante, como columna que es del sistema de libertades públicas.
Se trataba, naturalmente, de mantener alta la moral del votante socialista, muy dañada por las encuestas, y de poner a ZP, un hombre que no se va cuando le obligan a irse sus propios correligionarios, como ejemplo de democracia. Y el que quiera aprender que vaya a Salamanca.
En definitiva, para halagar a Zapatero, y con el apoyo de Mariano Rajoy, que supongo también pretende llegar a La Moncloa y quedarse allí unos 20 años, España ha perdido una excelente oportunidad de regeneración democrática: porque si el poder absoluto corrompe absolutamente, el poder permanente corrompe de forma permanente.
Como muestra, un botón. Esta misma semana ha sido la de la corrupción en Andalucía. El vicepresidente Manuel Chaves suma tropelías y golfadas pero, eso sí, no sólo no dimite, sino que ni se plantea dimitir. Es igual que las pruebas se multipliquen, que los jueces y los fiscales se retraten, Chaves no mueve un párpado. Griñán su alumno, ya está en el viejo camino de todos los corruptos: desde la inmunidad hacia la impunidad. Por cierto, en la historia de la democracia española, nadie como el Zapaterismo, tampoco el Felipismo o el Aznarismo, manipuló a los fiscales como este Gobierno. Lo dicho, Ni Chaves ni Griñán mueven un párpado. ¿Qué más da! Cuando llueve escampa y, además, para eso está RTVE: para vender la Gürtel.
Es triste decirlo, pero Andalucía se ha convertido hoy en sinónimo de corrupción ¿Por qué? Pues, entre otras cosas, porque ha tenido a la misma casta política en el poder durante 25 años. Un lapso muy largo que da para sentirse inmune, impune y hasta chulesco. Cuando uno sabe que no tiene un tiempo limitado para ejercer el poder cualquier hecho democrático pierde su carácter. Por ejemplo, la manifestación de las víctimas del terrorismo de hoy, sábado, día 9. La reacción del Gobierno ante la convocatoria ha sido la del corrupto endurecido: mañana todo el país se habrá olvidado.
O limitamos los mandatos, no sólo del presidente del Gobierno, sino de presidentes autonómicos y otros cargos, o acabaremos por adulterar la democracia.
Eulogio López
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