El victimismo es consustancial a los separatistas. Así, la Generalitat se despachó con un informe que cuantifica las supuestas "deslealtades" del Estado en 9.376 millones.
El papel lo aguanta todo, pero para deslealtad la de los secesionistas con los ciudadanos de Cataluña. El presidente de la Cámara de Comercio de EE. UU en España, Jaume Malet, lo explicó cuando alertó de una deslocalización masiva de puestos de trabajo y de inversión si prosperara la independencia.
La lógica es aplastante: las empresas están en Cataluña por un mercado de 47 millones y no de 7. La farsa del agravio no arregla problemas, los crea y/o los agrava.
Xus D Madrid