En el sector telecos europeo nadie duda de que se ha abierto el proceso de integración de las dos grandes -y poco rentables- megacompañías de bandera francesa y alemana. Tendrán que superar las barreras chauvinistas de sus gobierno pero, a cambio, podrán recortar gastos mediante sinergias.
El rumor de la fusión, negada hace una semana por el CEO de Deutsche Telekom viene alimentado por la creación en el Reino Unido de la joint venture Everything, Everywhere.
Mariano Tomás
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