- Los eslóganes de los dos principales partidos resumen a la perfección su idiosincrasia de cada uno de ellos. | - El del PP es "Lo que está en juego es el futuro", pero el futuro es de quién; desde luego, de Miguel Arias Cañete. | - El del PSOE, "Tú mueves Europa", es tan demagógico como carácter y práctica de Valenciano y Rubalcaba. |
El eslogan del Partido Popular para las europeas, con la expresión de tribuno de Miguel Arias Cañete, reza lo siguiente: "Lo que está en juego es el futuro". ¿El futuro de quién Desde luego, el futuro de Arias-Cañete y de su contraria, Elena Valenciano. (Ambos en la imagen). Se van a Europa, un canto a la egolatría, poco trabajo, mucha consideración y mejor salario. El futuro de Miguel Arias Cañete sí que importa... o al menos importa a Cañete.
Hay que reconocer que con su eslogan de campaña del PP, responden a su cabeza de lista y a Mariano Rajoy. Los populares siempre están hablando de futuro, quizás porque el presente es poco risueño y porque desconocen que el futuro es un niño en las rodillas de los dioses. Rajoy piensa que el futuro está allí donde sólo llegan los elegidos, cuando lo cierto es que es algo a lo que llega todo el mundo, a razón de 60 minutos por hora e independientemente de sus méritos. Pero sí, el eslogan responde a la personalidad e idiosincrasia del PP: no sabemos abordar el presente pero sí podemos prometer un futuro glorioso. Total, es gratis. ¿Nos dice algo de su propuesta para Europa No, porque no la hay.El eslogan del PSOE resulta aún más acuoso: "Tú mueves Europa", pero, como ocurre con la formación conservadora, refleja el carácter de doña Elena Valenciano y de Pérez Rubalcaba, carácter y práctica que pueden resumirse en una sola palabra: demagogia.
En primer lugar es mentira. El ciudadano no hace Europa. La Unión Europea es un espacio de 500 millones de personas donde la ciudadanía no pinta nada. Parten el bacalao un puñado de políticos y especialmente uno: Angela Merkel. Y esa casta política ni se plantea qué es Europa y qué debería ser.
Elena Valenciano, la cabeza de lista del PSOE al Europarlamento, no cursó estudios universitarios. Bueno, en primer lugar mintió, asegurando que sí los había cursado. Luego, como tantos otros políticos españoles de medio pelo (por ejemplo, la inefable Pilar Rahola o el candidato popular a la Junta de Andalucía, Juan Manuel Moreno) tuvo que decir la verdad pero para no dimitir (doña Elena no dimitirá jamás, aunque le pillaran degollando a un bebé), y contestó con un cansino: "Dejé los estudios porque me aburría".
Elena Valenciano recuerda aquello de que la ignorancia es lo más atrevido que hay. Lo malo no es que no haya cursado estudios superiores. En la sociedad de la información hay gente iletrada de muchas letras, autodidactas que aprovechan el fácil acceso a la información y su déficit de prejuicios. Pero no es el caso. Valenciano es una demagoga que no sabe nada de Europa ni de ninguna otra cosa, porque el conocimiento le provoca tedio. Y aunque ya disfrutó de la privanza del Europarlamento, sólo le sirvió para convertirse en una feminista sectaria con pocos conocimientos y mucha mala uva.
Cuando alguien no sabe qué decir, habla de derechos, un concepto que utiliza como un conjuro y, sobre todo, como un arma. Su concepto de la mujer es el de un sujeto con libertad uterina, y ya se sabe que la mejor forma de convertir a la mujer en una esclava es convertirla en un objeto sexual.
Mucho me temo que el debate del Duopolio político español, el debate televisado entre Cañete y Valenciano, no servirá para nada. Son dos tumores para España. El uno más preparado que la otra, pero eso me dice poco.
Eulogio López
eulogio@hispanidad.com