Lo que queremos que nuestro país sea atractivo para las inversiones
Los empresarios del automóvil ponen como ejemplo las campañas de achatarramiento de Alemania e Italia. La primera financia con 1.200 euros la compra de un vehículo nuevo y, de rebote, dio un respiro a Figueruelas, con un ERE pendiente sobre su cabeza. El Gobierno italiano puso en marcha ayudas de 1.500 euros el pasado 11 de febrero. Hasta entonces, la caída de ventas en Italia era del 18% y, a día de hoy, prevén que marzo termine con un crecimiento del 3%. Por eso, en privado, los empresarios del sector reconocen que les benefician más las medidas de los gobiernos europeos que las del español.
Claro está que cada uno de esos Gobiernos vela por sus ciudadanos y por sus empresas. El caso más claro es el Sarkozy, que claramente condicionó su apoyo a Renault y Peugeot a un compromiso de no trasladar sus fábricas fuera de Francia. Pero en España estamos, ante todo, por la libertad de mercado. Por eso, el presidente de la CEOE, Gerardo Díaz Ferrán, se mostró en contra de poner barreras a la deslocalización: Es poner trabas a que vengan a nuestro país. Lo que queremos que nuestro país sea atractivo para las inversiones. En efecto es la otra cara de la deslocalización, pero en el resto de Europa, en esta materia, prima la ley del embudo.