"Por cada cuatro nuevos matrimonios en España se producen tres divorcios", decía un titular un día de los primeros de septiembre.
Esta situación "crítica" se produce, según ha apuntado el presidente del IPF, Hertfelder, porque el matrimonio en España sufre "una doble amenaza": la implementación de "leyes regresivas como la ley del divorcio exprés que están impulsando la ruptura familiar a pesar, incluso, de la crisis económica", y el hecho de que "cada vez se casan menos españoles".
Así, cabe considerar que existe una necesidad urgente de que las administraciones actúen "de inmediato" para "evitar o, al menos, amortiguar" este descenso del número de matrimonios, y es importante instar a preguntarse "si es un bien en sí mismo favorecer la reconciliación matrimonial y evitar, por tanto, la ruptura matrimonial".
Por todo ello, es el momento para animar a los distintos partidos políticos a que "aborden este problema sin dilación" y a que propongan soluciones y alternativas para reducir la ruptura familiar así como amortiguar "los efectos negativos que se producen tanto en los cónyuges como en los hijos" pues, a su juicio, mientras la estabilidad conyugal trae consigo "un mejor desarrollo personal e integral", la ruptura provoca "dramas, fracasos personales y familiares".