Sr. Director:
Estoy en el Partido Familia y Vida, soy sindicalista, no trago al PP, no he leído la nueva ley de educación y solo sé, porque lo he buscado, que las siglas "TIL" significan "Tratamiento Integrado de Lenguas". Dicho esto pido desde aquí a los docentes decentes y padres que se precien, que hagan oír su voz para que no sea solo la de los docentes indecentes y sindicatos y sindicalistas metidos donde no deben, la única que se oye.
Entiendo que los sindicatos de enseñanza deben existir para velar por los derechos de los trabajadores de este sector, como puedan ser sus sueldos, bajas, contratos de trabajo,... pero no sé que hacen entrometiéndose en los modelos educativos. Seguro que muchos, se está viendo, no tienen ni la educación elemental aprobada. Han convertido la enseñanza en un arma de destrucción masiva, empleando a niños y familias para conseguir sus objetivos de des-estabilización.
Son todos unos corruptos y corrompen a nuestros hijos manipulándolos con su ideología. Es inadmisible que en 35 años estemos a las puertas del 8º plan de educación; es indecente que la docencia sea utilizada para implantar ideología y formar masa alelada incapaz de pensar. Ninguna fuerza social persigue la excelencia y formar personas íntegras que luchen por el bien común.
Es indecente que se anuncie a los padres una huelga, dicen que indefinida, cuando hemos consumido nuestras vacaciones y tenemos que asistir a nuestros puestos de trabajo para conseguir el pan de nuestros hijos.
Es indecente que en las legislaturas que el PP ha propuesto algún cambio, por otro lado totalmente necesario visto que somos los más tontos de Europa, tengamos que sufrir esta imbecilidad generalizada. Fuera los sindicatos incendiarios, fuera asambleas, fuera docentes indecentes.
Hay que montar una Secretaría de Estado para la enseñanza, formada por los mejores y más destacados docentes decentes. Es indecente oír a la "asamblea de docentes" decir que "el objetivo ahora es reunir 3.000 firmas..." y que "no importa que haya exámenes de recuperación: debemos recoger las firmas sea como sea". Las recogerán, porque bajo presión y no pudiendo atender a sus hijos, muchos padres firmaran, para arreglar cada cual su parcela, sin saber qué y para qué.
Es indecente que la Obra Cultural Balear, Pro Social y el departamento de Filología Catalana de la UIB, con los bolsillos llenos de subvenciones, sean los primeros en ponen piedras en vez de ayudar. Aquí lo que se ve es que cada cual va a la suya y a pocos les interesa trabajar por el bien de los demás.
Rosalía Cortés Sastre