Al final, con la evangelización ocurre lo mismo que con la verdad: o es absoluta o no es verdad. O habla de Cristo o el misionero está perdiendo el tiempo.
Otra cosa es que la formación cristiana, que da un sentido a la vida, supone, seguro, una mejora de las condiciones de vida e incluso del nivel de riqueza, por aquello de que antes que pan, lo que el hombre precisa es esperanza y la esperanza sólo se consigue con eso: dando un sentido a la vida, a mi vida.
Eulogio López
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