Todo el mundo habla de crisis económica... menos el vicepresidente económico

El vicepresidente económico Pedro Solbes exigió a Rodríguez Zapatero, como condición para seguir una legislatura más, que, en materia económica, la Administración hablara con una sola voz: la suya.

El problema es que debe estar afónico. Mientras la prensa -especializada o no- habla de la crisis económica que ha estallado, y El País se lamenta de que le ha estallado al PSOE a dos meses de las elecciones, mientras Pepiño Blanco -una voz a la que siempre hay que tener en cuenta- asegura que no hay crisis... don Pedro está desaparecido, y ha sido otro monstruo de la economía, el portavoz parlamentario Diego López Garrido, quien ha tenido que dar la cara, y no de forma muy afortunada, dado que ha reconocido un principio de crisis aunque afirma que existen "cimientos económicos poderosos para solventarla".

Bastaría con que asegurara que la cosa se está exagerando aunque tenemos un buen colchón para el futuro inmediato. Bastaría con que tranquilizara a la población. Pero, en el momento de escribir está crónica, no lo ha hecho.

Como comentaba a Hispanidad un importante empresario español, "hay que distinguir entre administrador y gestor. Solbes es un administrador, es decir un señor que acudía del dinero ajeno, y lo hace muy bien. Pero no es un gestor, que es un señor que toma decisiones".

Lo dicho: ¿Dónde está Solbes?