Últimamente se habla de la posibilidad, -en Madrid parece que es inminente-, de dar total libertad horaria a los comercios, grandes y pequeños, pudiendo abrir todos los días de la semana.

 

Desde e-cristians nos ha parecido importante difundir esta declaración dando nuestra visión desde un punto de vista cristiano, pero también desde la óptica meramente humana, sobre una nueva normativa que causaría importantes cambios en la realidad familiar, social, económica, cultural y religiosa.

Parece oportuno partir de las palabras del Santo padre Benedicto XVI pronunciadas estas Navidades ante el cuerpo diplomático acreditado en la Santa Sede, en su habitual discurso sobre el "estado del mundo": "Realmente, el mundo está en la oscuridad allí donde el hombre no reconoce ya su vínculo con el Creador, poniendo en peligro asimismo su relación con las demás criaturas y con la creación misma. El momento actual está marcado lamentablemente por un profundo malestar y por diversas crisis: económicas, políticas y sociales, que son su expresión dramática".

Desde e-cristians precisamente ponemos el acento en aquellos hechos que cuestionan que el hombre ya no reconozca su vínculo con el Creador y en este tema en particular manifestamos:
1.- Las grandes religiones tienen su día dedicado a reconocer ese vínculo con el creador. En el mundo occidental ese día es el domingo. En un país que se reconoce cristiano en su amplia mayoría, no parece que se respete el pensamiento de la mayoría si se le obliga a trabajar el domingo.
2.- En todo caso y desde un punto de vista meramente humano, es bueno dedicar un día al descanso personal, a la reflexión, a la familia, el deporte o la cultura.

3.- Consideramos un grave ataque a los derechos de los trabajadores permitir, de forma generalizada, ésta opción para los comercios de trabajar en domingo.

No vale decir que los trabajadores ya tendrán su día de descanso, pues en la dinámica actual, entre los contratos de basura de pocas horas y la posibilidad de trabajar en varias empresas a la vez, no se respetará ese espacio vital de descanso de un día a la semana.

"El sábado interrumpe los trabajos cotidianos y concede un respiro. Es un día de protesta contra la servidumbres del trabajo y el culto al dinero" (Catecismo de la Iglesia Católica 2172).

4.- También consideramos que se trata de un ataque directo a la viabilidad de las pequeñas empresas y comercios, la mayoría en nuestro país, pues difícilmente pueden soportar la competencia que ofrecerán grandes empresas que sí podrán organizarse y cubrir los costes económicos y humanos que suponen la total libertad horaria.

A las familias comerciantes no les quedará otra opción que dedicar ese único día de descanso al negocio familiar, si no pueden permitirse la capacidad de contratar personal que les supla.

5.- En estos tiempos en los que el consumo energético es un problema, hay que valorar que fijar un día de cierre en que se consume menos energía y se reduce la contaminación, contribuye a preservar el ambiente y soluciona un porcentaje del problema de la escasez energética.

6.- En todo caso, y como reflexión final. La crisis actual no es solo económica o social. Es básicamente una crisis moral, ética con grandes manifestaciones económicas y financieras. Poner el acento solo en cuestiones económicas es reduccionista. Primar la economía por encima de las personas y familias es un error. Favorecer exclusivamente a las grandes empresas es un error.