E.ON acabó el ejercicio 2009 con un EBITDA ajustado de 13.500 millones de euros, un 1% respecto a la cifra del ejercicio anterior, mientras que su EBIT ajustado, situado en 9.600 millones de euros, desciende un 2,3%.
Las ventas bajaron un 6% hasta 82.000 millones de euros. La eléctrica explica que el descenso de la cifra de ventas se debe principalmente a los precios más bajos en el negocio mayorista del gas y a un menor volumen de ventas de gas en Pan-European Gas, efectos de cambio en Reino Unido y área nórdica y una menor generación de los activos nucleares e hidroeléctricos en esta última.
El beneficio neto ajustado, la principal cifra que E.ON usa para calcular su distribución de dividendo, ha descendido un 4,8%, dentro de la banda anunciada al final del tercer trimestre de 2009. El dividendo propuesto de 1,50 euros por acción -también estable en comparación con el ejercicio anterior- daría lugar a un ratio de distribución del 53,6%.