Por cierto, llegan a mis manos los eslóganes de Pérez en su campaña por la presidencia del Real Madrid. Tres frases descuellan entre todos:

 

Equilibrio y Elegancia. Muy cierto, en su candidatura figura todo el Sistema financiero puesto en fila, especialmente el equilibrio y la elegancia de Juan Abelló y Fernando Fernández-Tapias.

 

El segundo eslogan resulta igualmente instructivo, a fuer de interesante: Patrimonio más sólido. Después de lo dicho, no está claro a qué patrimonio se refiere Florentino Pérez.

 

Pero, sin duda, el mejor es el tercero: Nuestro templo, el Bernabéu. Quizás contradice un tanto la elegancia y el equilibrio que reza el primero, pero no considerando la composición de la candidatura que encabeza Florentino, más bien habría que hablar de los "mercaderes del templo", a quien, como todo el mundo sabe, conviene expulsar cuanto antes. Y es que no falta nadie del mundo del ladrillo. No falta el nuevo presidente de Sacyr-Vallerhermoso, Luis del Rivero, ni el inmobiliario con más sueño de España, don Fernando Martín, de Martinsa, el mayor especulador de suelo conocido ha este lado del Mississippi. Por no faltar, no falta ni el guadiana Rafael Martín Sanz, el hombre de José Bono, el hombre que llevó a Avanzit a la ruina y el hombre que intentó medrar, con poco éxito pero mucho empeño, a través de la productora Cartel. No, Alejandro Agag no figura.

 

Conclusión: muy cierto, lo más lógico es que el Bernabéu sea su templo, el negocio inmobiliario su sueño y su liturgia, la recalificación.