Ya informamos en Hispanidad de que Moody's estaba revisando la calificación del Reino de España. Por dos motivos: en primer lugar por el incremento de la deuda. En segundo lugar por la menor perspectiva de incremento del PIB. Pues bien, finalmente la intermediación de Economía ha dado sus frutos. Moody's mantiene su calificación porque entiende que el deterioro fuerte deterioro- de las cuentas públicas no es una cosa permanente sino temporal. Vamos que se han creído el viaje de vuelta a la estabilidad descrito por el gobierno. Cada uno cree en lo que quiere. Pero parece evidente que los 11.000 millones de euros de la financiación autonómica no servirán para aliviar la deuda de las CCAA. El propio Ocaña lamenta que no se haya establecido un mecanismo para atar en corto el gasto y el déficit de las CCAA.
Y si la economía no se recupera, el incremento en gasto por subsidios seguirá ahí, al tiempo que se merman las cotizaciones a la Seguridad Social. Un panorama fantástico. Pero la hoja de cálculo lo aguanta todo y uno es libre de creérselo. Para España bien, porque ya estamos pagando un diferencial de 70 puntos sobre el bono alemán y una rebaja supondría un coste financiero adicional. Así que crucemos los dedos.