El Gobierno "atento y vigilante" a la situación económica ante el alud de suspensiones de pagos (concurso de acreedores)

No pasa nada. Tranquilidad en la parroquia. Que no se alarme nadie, porque -como recuerda De la Vega- todos los informes de previsión señalan que en todo caso seguiremos creciendo más que nuestros socios comunitarios. Mal de muchos… "no hay razón para la alarma", señala De la Vega. En todo caso, la ‘vice' señala que el Gobierno permanece "atento y alerta" para paliar los efectos de la crisis internacional.

O sea, esperar y ver. ¿Y además? Nada. Lo consabido. Deducción de la paga de los 400 euros, agilización de la obra pública, programas para la reinserción laboral de los trabajadores en paro y eliminación de los costes para el alargamiento de la hipotecas de los colectivos con especiales dificultades. Ninguna novedad. ¿Va a hacer algo el Gobierno en materia de suelo? Le pregunta Hispanidad. "Formará parte probablemente del discurso de investidura". ¿Buscará un Pacto de Estado? De la Vega huye de tal término, pero reconoce que un acuerdo entre CCAA "sería deseable".

Más: ¿se está produciendo un aterrizaje forzoso? La ‘vice' lo niega. Señala que la desaceleración inmobiliaria ya estaba prevista, aunque reconoce que se está acelerando o llegando antes de lo que pensaban. Lo que pasa es que igual que las cuantías modifican la cualidad, la velocidad también transforma los conceptos. No es lo mismo un aterrizaje suave que una piña monumental que es lo que parece estar ocurriendo en España. ¿La diferencia? El tiempo que se tarda en tocar el suelo.