El presidente chavista, Rafael Correa, lanza una persecución, más o menos educada, contra la Iglesia
Con todos los mimbres de la persecución contra la Iglesia propia del siglo XXI, la que alguien calificó como persecución "educada". Vamos que no se queman iglesias aunque, al igual que está ocurriendo en España, las autoridades hacen la vista gorda ante las constantes profanaciones de templos, más que nada para que, como en la Guerra Civil de 1936 se pueda decir que el Gobierno no es responsable y que todo es obra de unos "incontrolados".
El casos es que Rafael Correa, el hombre de Chaves, no desperdicia una sola oportunidad para golpear a la Iglesia, buscando la división de los obispos y una nueva constitución que otorga todo el poder al presidente, además de permitirle perpetuarse en el poder. Y faltaba la guinda: Correa está empeñado en convertir Ecuador en otro paraíso de los derechos reproductivos, es decir, en otro infierno del aborto. El grito de "Muerte a los provida", alentando por el propio Gobierno, no tiene desperdicios, al igual que las amenazas telefónicas a obispos.
También se intenta -¿les suena?- dividir a los obispos. Pero los datos los tiene Noticias Globales. Un verdadero estado de persecución religiosa.