- La eléctrica vende el 6,6% que tenía en Energía de Portugal por 662 millones de euros, con unas plusvalías brutas de 98 millones.
- Las facilidades a la lusa en España -es dueña de Hidrocantábrico, a la que aspiró Fenosa- contrastan con las 'pegas' de Lisboa a las empresas españolas.
- Para colmo, el principal accionista de EDP desde 2011 es el consorcio chino Tres Gargantas (21,3%), algo que no sentó nada bien en Europa.
- El grupo asiático invirtió 2.600 millones de euros en la energética lusa como plataforma para entrar en Europa, EEUU o Brasil.
Iberdrola ha dicho adiós a su participación Energías de Portugal (EDP) y así lo ha comunicado a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV). La elegante diplomacia no permite decir que le han echado de EDP, que sí ve con buenos ojos la entrada de capital chino. Una guasa, si tenemos en cuenta que los españoles tratamos bien a los portugueses con la compra de Hidrocantábrico, pero no ellos a nosotros.
Los datos concretos de esa desinversión son los siguientes. Iberdrola, que preside Ignacio Sánchez Galán (en la imagen) tenía el 6,6% de EDP, a través de su filial de energía. La venta ha sido por 662 millones de euros, que han generado a la energética española unas plusvalías brutas de 98 millones de euros. La venta de su participación comenzó el 1 de enero y concluyó ayer, 7 de mayo de este año (cuando vencía el último contrato de derivados sobre acciones de la portuguesa).
El precedente fue el anuncio el anuncio a la CNMV, en febrero, de la venta de un casi un 2% por 209,8 millones, y su plan para desprenderse del resto de las acciones según los de contratos de derivados suscritos.
La salida de Iberdrola de EDP contrasta con entrada en el capital de la lusa, en diciembre de 2013, de la empresa china Three Gorges (Las Tres Gargantas). No fue, además, una entrada cualquiera. La asiática se hizo con la participación mayoritaria, del 21,3%, por 2.700 millones de euros. Esa 'adhesión' -justificada por las autoridades portuguesas en la necesidad de ingresos por la dura situación que atraviesan- provocó ya un mosqueo en Europa. Los franceses, por ejemplo, dados a proyectar lo de la 'grandeur' sobre sus negocios, no reaccionario precisamente bien: les molesto la entrada de una empresa china en Europa, por el sur, encima, y en un sector como en el energético, estratégico. Y es que EDP pasaba a manos extranjeras 23 años después de dejar de ser un monopolio público.
No hay que olvidar que Tres Gargantas veía en la compra una oportunidad para su presencia en mercados como Europa, EEUU o Brasil.
El trato que ha recibido en España Energías de Portugal no ha corrido en paralelo a las facilidades que ha tenido en España para su negocio. No en vano, la propia eléctrica se vanagloria de ser uno de los principales operadores en la Península Ibérica y de estar presente en nuestro país en la producción, generación, distribución y comercialización de electricidad, gas y servicios. Claro, se debe a que en 2002 se le permitió la compra de la eléctrica asturiana Hidrocantábrico, a la que aspiraba Unión Fenosa, hoy integrada en Gas Natural, lo que le convirtió en el cuarto productor y distribuidor de electricidad, por detrás de Endesa, Iberdrola y Fenosa (hoy en GNF), y el segundo operador en gas natural, por detrás de Gas Natural Fenosa.
En fin, no parece muy equilibrado discriminar en tierra propia cuando uno ha sido beneficiado en tierra ajena.
Miriam Prat
miriam@hispanidad.com