Eduardo San Martín opinaba que el lunes no fue un buen día pero no fue una catástrofe. Los ritos de la democracia tienen sus tiempos. No hay que dramatizar. A Rajoy no le sobró dureza, sino menosprecio del rival. Se pueden utilizar argumentos duros pero sin menosprecio al oponente. De igual forma que el PP reclama respeto porque representa a diez millones de votantes, el PSOE también porque representa a doce.

 

Y sobre las posibilidades del pacto añadía San Martín- una cosa es la voluntad de pactar y otra las posibilidades reales porque sin esa voluntad se convierte en un brindis al sol. Ahora mimo no hay posibilidad de pactar. El discurso profundo de los dos partidos es bastante parecido y lo que les separa es la bronca inmediata. No hay posibilidades de recomposición. Se han roto puentes personales y hasta después de las elecciones no va a ser fácil recomponerlos. Además, hay que integrar partidos que tienen una concepción antiterrorista incompatible. ERC decía que con bombas se puede seguir dialogando.