La evaluación de 2009 que midió los conocimientos de los alumnos españoles arrojaba una conclusión contundente: los que no usaban nunca o casi nunca el ordenador en clase obtenían mejores resultados en las materias examinadas.
Aunque este dato aparecía en el informe enviado a las comunidades, Educación lo maquilló en su redacción definitiva. La trampa no busca más que ocultar el fracaso del plan que ya ha implantado 300.000 ordenadores en las aulas.
Su utilidad real retrataba al Gobierno que mantuvo su implantación como una cuestión prioritaria.
Valentín Abelenda Carrillo