Esto de la contabilidad de los manifestantes tiene su gracia. Ante la imposibilidad de tener criterios claros, el público siempre termina haciendo su media de la guerra de cifras. En el caso de la manifestación del 12N, los organizadores hablaron de 2 millones de asistentes, Protección Civil de la Comunidad de Madrid 1.524.000 y la Delegación de Gobierno 407.000.
Si los criterios de Delegación del gobierno fueran confiables, podríamos concluir que la manifestación por la libertad educativa del 12N triplicó la celebrada el pasado 18 de junio en defensa de la familia y la infancia. En esa ocasión, el gobierno cifró en 175.000 los asistentes, es decir, poco más de un tercio de los que acudieron el pasado sábado 12. O dicho de otra forma, el gobierno reconoce que el malestar contra su política es creciente. Tan creciente que en el plazo de cuatro meses la cosa se ha multiplicado por tres. Y es que los goebles que en el mundo son, también se equivocan.