Resulta cáustico que se acuse a la Iglesia católica de criminal por ¡propagar! el sida (porque se opone al uso del condón) cuando el 27% de la casas de acogida para portadores del VIH que existe en el mundo pertenece a la Iglesia, porcentaje que en Centroamérica se eleva hasta el 75%, con una presencia importante de las Misioneras de la Caridad de la madre Teresa en la tención a los infectados, especialmente a los terminales, cundo ni su familia quiere saber nada de ellos.

Los obispo de Nicaragua han vuelto referirse al problema en los mismos términos de siempre, y con la fuerza moral de quien se ocupa, más que nadie, por quienes sufren la enfermedad, la mayor parte de las veces por in cumplir los consejos de la propia Iglesia. Lo cierto es que la teoría de la Iglesia sigue siendo la misma, o como resume el documento al que aludimos, "Remedio para el SIDA, uno con una para toda la vida". Y la práctica sigue siendo la misma: si un familiar o un amigo sufre sida, lo que hay que hacer es volcarse con él, no abandonarlo.