Panamá forma parte de la lista de países del mundo con un índice de desarrollo humano alto, en el número 56 del ranking y el octavo lugar entre los países desarrollados de Latinoamérica y el Caribe. Sin embargo, también se encuentra entre los países con mayor desigualdad en la distribución de ingreso, salud y educación. Según el Fondo de las Naciones Unidas para la Población (PNUD), cerca del 40% de la población vive en condiciones de pobreza, especialmente en el área rural, y esta cifra se eleva hasta el 95% en el caso de la población indígena, que representa el 10% de los tres millones de habitantes que tiene el país.
El nivel de vida de las poblaciones indígenas es el más bajo del país, con una pobreza extrema que afecta al 86% de su población. El grupo más grande es el de los Ngöbe Buglé, al que pertenece el 59% del total de población indígena (106.716 personas según el Censo Nacional de Población 2000). Los Ngöbe habitan en la región del país denominada Comarca Ngöbe Buglé donde se registra el peor índice de pobreza nacional y se ubican los siete distritos más pobres del país, entre ellos el de Kankintú, donde INTERVIDA colabora con un proyecto educativo. En esta zona, los años de escolaridad promedio de la población mayor de 15 años son tan solo 2,8 años y la tasa de analfabetismo alcanza el 45% de los habitantes, frente al 7.6% de la tasa total del país.
Otras dificultades de estas comunidades son la falta de instalaciones educativas -sobre todo en las áreas de difícil acceso- y la falta de materiales escolares, pues la mitad de los estudiantes indígenas de primaria carece de libros de texto porque no pueden costearlos. Además, el rendimiento escolar se ve afectado por el estado de desnutrición de los estudiantes. En la comarca Ngöbe Buglé y en el distrito de Kankintú, este problema afecta al 71% de los niños de 6 a 9 años.
Para intentar mejorar la situación de los estudiantes indígenas Ngöbe Buglé, INTERVIDA está colaborando en Panamá con la ONG Haren Alde de los Padres Agustinos Recoletos en el proyecto `Apoyo a la educación en el pueblo Ngöbe de Kankintú´, que beneficia a 1.200 estudiantes indígenas de primaria y secundaria en el distrito de Kankintú -comarca de Ngöbe Buglé-, uno de los más desfavorecidos del país. Este proyecto, que durará tres años, tiene como objetivo facilitar el acceso a una educación y alimentación adecuada a estudiantes de 50 comunidades indígenas.
Para ello se van a construir en el Colegio San Agustín de Kankintú instalaciones nuevas com 15 aulas, tres canchas deportivas, cuatro salones multiusos con áreas de administración y profesorado, una cocina y un comedor para la preparación y distribución diaria de desayunos y comidas escolares. Por otro lado, se va a dotar a la biblioteca del colegio con amplio material escolar y didáctico a disposición de los 1.200 alumnos y 67 profesores del colegio. Asimismo, se ha apoyado la elaboración de un libro en lengua Ngöbere sobre la cosmovisión indígena cuya finalidad es formar parte del material de lectura en las clases, fomentando así la cultura de la zona.
El colegio San Agustín de Kankintú, se construyó hace más de 30 años. Desde entonces la escuela ha ido creciendo en número de alumnos y la necesidad de su ampliación y remodelación se ha hecho urgente. Ubicada en la selva, un ambiente sumamente húmedo, los materiales con los que se construyó la escuela (madera y zinc principalmente) se han ido deteriorando. Por este motivo, las nuevas instalaciones, cofinanciadas por INTERVIDA, van a realizarse con materiales de larga duración en cemento y bloque, tal y como están realizando otras organizaciones y agencias internacionales en la zona.
Intervida
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