Sr. Director:
Algunos políticos han propuesto que el Estado castigue a los padres que den una bofetada a uno de sus hijos. Podríamos llegar así a una situación kafkiana: los padres tendrían prohibido por ley tocar un pelo a sus hijos una vez que han nacido, pero podrían matarlos impunemente siempre que tuviesen la precaución de hacerlo antes del parto.
¿Hasta cuando vamos a seguir con la hipocresía de condenar los malos tratos mientras alabamos el aborto?
Bartolomé Cuerda
bartolomecuerda@yahoo.com