'Abogados Cristianos' denunciaba desde su blog a la clínica de Tenerife que no informó a una mujer de las secuelas (dos intentos de suicidio y una discapacidad permanente) que podría tener después de abortar.
Según la mujer, unos minutos antes de practicarle el aborto por absorción, la atendió una psicóloga de la clínica que le dio a firmar un documento de consentimiento recomendándole en dos ocasiones que no lo leyese.
Unas semanas después del aborto, la madre comenzó a sufrir lo que se conoce como síndrome de estrés post-traumático del aborto, teniendo graves crisis de ansiedad y otros síntomas como los de oír llantos de bebés o tener frecuentes pesadillas con el aborto. Entre estas graves secuelas psíquicas se encuentran dos intentos de suicidio, varios ingresos hospitalarios y necesidad de tratamiento psicológico.
El síndrome post-aborto sufrido ha derivado en una incapacidad del 33% de por vida.
El mal hecho a 'hurtadillas' es peor porque conlleva que la persona a la que hacemos actuar mal no conoce las consecuencias totales de sus actos. Este negocio de la muerte no distingue barreras. De sobra sabemos que privar de vida a un ser humano nunca trae nada bueno, lo que pasa es que mirar para otro lado es más sencillo para hacer dinero sin desconcharse la conciencia. Miremos a la vida, a la verdad y no al engaño.
Miremos al hombre como hijo de Dios. Como un ser al que no podemos negar la existencia. Esperemos que la nueva ley prohíba estas prácticas.
Xus D Madrid