De un tiempo a esta parte, los consumidores nos vemos coaccionados y perjudicados en el momento de llenar de carburante el depósito de nuestros vehículos. Son muchas, y cada vez más, las estaciones de servicio, que al suprimir puestos de trabajo, hace que los usuarios tengan que efectuar la tarea de autoabastecimiento de carburante. Ante esta situación, los suministradores obligan a que, previo al suministro, debamos hacer el pago por adelantado o depositar un documento, que no olvidemos que es personal e intransferible, como el DNI; pasaporte; tarjeta VISA o permiso de conducir; si no, no hay carburante.
Pero en el momento de efectuar el pago, se cobra al mismo precio como si un empleado de la gasolinera hubiese dado el servicio.
Desde mi punto de vista esta situación es muy grave y agresiva para los consumidores, puesto que si se ahorran los sueldos de los empleos destruidos, lo que se consigue es aumentar sus beneficios a costa de un deficiente y coactivo servicio, un abuso en el precio y también un aumento en la tasa nacional de paro.
Creo que ante tanta anómala actuación, las administraciones, las organizaciones de consumidores y los sindicatos, deberían poner coto a esta práctica, cada vez más habitual, que va en detrimento del conjunto de la sociedad.
Pep Rocher Téllez
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