Del obispo de Toledo, cardenal Antonio Cañizares, se dicen muchas cosas y todos ellas de trazo grueso: el gran negociador de la Iglesia en alta materia política, urdidor de campañas contra el Gobierno ZP -¡Piove, porco Governo!-, corriente ortodoxa de la Iglesia, ariete contra Educación para la Ciudadanía, y otras lindezas. La verdad es que quien ha visto personalmente a don Antonio no extrae la desasosegante idea de estar charlando con un cardenal florentino, sino con un paisano al que dan ganas de propinar un fuerte abrazo, ni con un intelectual aprendiz de cínico, sino con un personaje lo suficientemente sencillo para resultar inteligente. Pero no se puede luchar contra los tópicos que crea la imagen televisada más que con la palabra. Aún así, cuesta mucho destrozar el tópico.   

Total, que el arma secreta del hombre de la Curia, el cardenal español más respetado en el Vaticano, el negociador con Zetapés y Delavegas, el Gomá de nuestros días, consiste en las dos adoraciones perpetuas que ha montado en su diócesis, en la propia Catedral de Toledo y en Talavera: 700 y 500 adoradores que se turnan, 24 horas al día y 365 días a año para hablar con el Santísimo, presente en la Custodia, una práctica que provoca milagros, es decir, conversiones, a go-gó. Es el arma secreta de Cañizares, sabedor de que el hijo de Dios no ha venido a la tierra para permanecer oculto y sabedor, también, de que la Dios está en la forma consagrada, independientemente de que la gente lo crea o no y, como realmente está, el contacto visual con el Creador provoca fe profundas en profundos incrédulos, de forma automática, sin el paso previo de sesudos estudios ni prolongadas reflexiones que, por lo general, suelen acabar en el vacío.

Si muchos obispos  sacerdotes imitaran a Cañizares, no lo duden: el mundo daría un vuelco, y la sociedad secular de la que oímos hablar, volvería al hogar que nunca debió abandonar.

En este rincón del ciberespacio llamado Madrid, un pequeño monasterio-iglesia, ha tenido una ocurrencia similar: la noche en blanco. Se trata de un monasterio de clausura severa, de religiosas clarisas, conocido como San Pascual Bailón, ubicado en medio de Madrid, a 50 metros de La Cibeles, que ha planteado el siguiente programa para el próximo sábado 22:

La noche de oración comenzará a las 20 horas con la celebración de la Misa dominical en Rito Hispano Mozárabe.

Seguirá la audición de Espirituales Negros y Canto religioso.

La comunidad monástica invita a la oración bíblica con el Oficio de Lecturas o Vigilias a las 22'00 h.

En esta nueva edición de La noche en blanco Enarmonía Eventos Musicales va a ofrecer una audición de música clásica sacra como el "Ave María" de Schubert, el "Aleluya" del Exultate Jubilate Kv 165 de Mozart, el "Bist du bei mir" de Bach, etc... (22'30  h.)

A las 23'15 h. oración ante el Santísimo Sacramento sobre las tres virtudes teologales: fe, esperanza y caridad.

Bendición con el Santísimo Sacramento.

Canto a la Virgen y despedida.

A partir de ahí, puede pasar cualquier cosa.

Eulogio López

eulogio@hispanidad.com