De hecho, Antonio Vázquez fue un hombre elevado por César Alierta desde un más o menos modesto puesto en Internacional hasta la división de cigarros, la de mayor margen. Es él quien consigue, tras muchos años de negociación, firmar con el régimen de Castro el acuerdo (50%) sobre Habanos de Cuba, seguramente el futuro del sector en un mundo muy preocupado pro la salud y con legislaciones antitabaco crecientes.
Lo que más sorprende del nuevo presidente es su afición a la ópera. No estamos hablando de un aficionado, sino de todo un tenor que podía haberse dedicado profesionalmente al bello canto. Y la vena artística le viene de lejos: su mujer es una pintora profesional, cuyos cuadros, ente otras cosas, adornan su despacho, precisamente en una compañía que cuenta con una de las mejores colecciones privadas de arte.