El progreso de la lengua española en el mundo ha sido sustancial en los últimos años. El español está creciendo más rápido que el chino y ya alcanza al inglés en número de hablantes nativos.
Y ello se refleja también en el interés de millones de personas que lo aprenden en los cinco continentes. Por ejemplo, en Berlín hay cuatro veces más estudiantes de español que de francés o italiano. Esta semana, el semanario británico "The Economist" se hacía eco del avance del español y proponía que la ONU lo incluyese como idioma de trabajo junto con el inglés, dejando de lado al francés, para "recompensar el aumento de la influencia económica y social de los hispanohablantes".
Confío que el gobierno apoye esta iniciativa. El idioma es el auténtico "petróleo" de España, aunque muchas veces sea menospreciado. Y es triste que tengan que ser los británicos los que defiendan nuestra lengua más que nosotros.
José Ginés