El galopante déficit exterior de España no genera problemas de financiación en un entorno de unión monetaria. Sin embargo, evidencia según Caruana- serios problemas de financiación que se solventarían con política económica. A saber: contención del gasto público y avance en las reformas estructurales. No dijo que fuesen asignaturas pendientes de este gobierno, pero tampoco hacía falta.
Por otra parte, Caruana considera que existe un riesgo de desaceleración como consecuencia del sobreendeudamiento de las familias, cuyo gasto sería especialmente sensible a un cambio de escenario, aunque matiza que considera más razonable el escenario de ajuste benigno.
Para las entidades financieras también ha tenido su advertencia quejándose de los créditos hipotecarios especialmente creativos como aquellos en los que se difieren los pagos. No obstante, recuerda que las cosas pueden cambiar. Y por cierto, un recado también para las cajas de ahorro. Caruana insiste en que el compromiso de las cajas con sus participaciones industriales no es bueno. Recomendamos cierto grado de control en sus participadas porque tienen riesgos adicionales.