• Decidirá los límites de remuneración: el depósito a un año no podrá superar el 1,75% de rentabilidad: el 2,25% a dos años y el 2,75% a 3.
  • La guerra de depósitos ha resultado letal para las entidades pero esto les somete a la dictadura de los mercados mayoristas.
  • Eso sí, el gobernador Linde toma la iniciativa... por primera vez.

Primero recomendación, luego orden. En cualquier caso, el gobernador del Banco de España, Luis María Linde (en la imagen), ha dado un golpe de autoridad en un momento en que el sector ya había consensuado que era un gobernador blanco, sometido a los dictados de su segundo, Fernando Restoy.

Pondrá límites la remuneración que los banqueros pueden ofrecer, es decir, dictará una de las variables claves del sector bancario: cuánto vale el dinero de los impositores. Con ello, se acaba con las guerras de pasivo, por decreto.

Todo un golpe de efecto, ciertamente, y probablemente una buena medida. A fin de cuentas, el coste del pasivo ha provocado crisis bancarias que luego pagamos entre todos los contribuyentes.

Ahora bien, si los bancos pelean por el pasivo no es porque les guste pagar más sino porque el ahorro bancario en España es escaso y el pasivo bancario se alimenta, hasta demasiado, de los mercados mayoristas y del BCE. En otras palabras, esta medida pone a las entidades en manos de los mercados y del Banco Central Europeo, más caros los primeros y más esquivo el segundo que los particulares.

Eulogio López
eulogio@hispanidad.com