- No vaya a ser que mantenga cualquier relación oculta con el Santander y Emilio Botín.
- El ceo se siente espiado y perseguido desde su salida del Grupo.
- Y el Banco de España insiste en que no haya ninguna relación comercial entre Sáenz y la antigua entidad.
El mayor golpe de autoridad del gobernador del Banco de España, Luis María Linde, desde que llegó al poder fue su empeño en que Alfredo Sáenz fuera cesado como consejero delegado del Grupo Santander, en cumplimiento de una sentencia del Supremo, de interpretación variable. Eso sí, en el Grupo Santander prefieren apuntar hacia el ministro de Economía, Luis de Guindos, como inductor del ceses.
En cualquier caso, Linde intentó suavizar la salida con una cena homenaje al que fuera el ejecutivo bancario más famoso del país, cena que nunca llegó a celebrarse porque el subgobernador, Fernando Restoy, aspirante a suceder a Linde, se negó.
En cualquier caso, el Banco de España se ha empeñado en vigilar al antiguo ceo del Santander para comprobar que ha roto cualquier ligazón, sobre todo comercial, con el banco de la familia Botín. Sáenz se siente vigilado, también físicamente, aunque es notorio que ha desaparecido del Santander y ha roto amarras con Emilio Botín.
Y la pregunta es: ¿de verdad es ésta la mayor preocupación que debe tener ahora el Banco de España
Eulogio López
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