• Lo hizo al más puro estilo bolivariano: tropas militares se desplegaron en las terminales aeroportuarias expropiadas.
  • El Gobierno español se replantea las relaciones con Bolivia, otro país hispano que nos expropia, como Argentina, pero luego nunca pasa nada.
  • Y Morales desprecia al Gobierno español al asegurar que prefiere entenderse con "los movimientos sociales" españoles.
  • Abertis estima en unos 67,6 millones de euros la "justa compensación" que, muy probablemente, nunca llegue.
Al final, Evo Morales (en la imagen) consumó su chantaje y ha nacionalizado la gestión de los aeropuertos internacionales de Santa Cruz, la Paz y Cochabamba, en manos de la empresa Servicios de Aeropuertos Bolivianos, S.A. (Sabsa), filial en Bolivia de Abertis y AENA. La expropiación fue al más puro estilo bolivariano: tropas militares se desplegaron en las terminales aeroportuarias nacionalizadas.

Ya lo avisamos: el líder indigenista llevaba tres años amenazando a Abertis con la expropiación si no realizaba más inversiones. Pero con las tarifas congeladas desde 2001, es difícil pensar que la compañía española fuese a meter más dinero. Además, el procedimiento de Morales consiste en expropiar, asegurar que va a negociar un justiprecio, y luego nunca negociarlo. Así chantajea el boliviano-bolivariano-amigo de la pachamama o madre tierra.

El Gobierno español se replanteará las relaciones bilaterales con Bolivia. El Ministerio de Asuntos Exteriores emitió un comunicado en el que deplora "profundamente" la expropiación de la compañía, "en especial la ocupación policial de sus sedes" y la falta de aviso previo, por lo que "muy a su pesar procederá a replantear el conjunto de las relaciones bilaterales". El titular de Exteriores, José Manuel García-Margallo, dijo que el Ejecutivo estudiará las medidas a adoptar, tanto las de carácter bilateral como "la posibilidad de reclamar la solidaridad de nuestros socios de la UE". Pero lo cierto es que Morales sigue expropiando empresas españolas y aquí nunca pasa nada.

Porque el caso de Abertis se une al de Red Eléctrica e Iberdrola, firmas españolas cuyos negocios de transmisión y distribución de electricidad en Bolivia también fueron nacionalizados por Morales, que desde que llegase al poder en 2006 no ha parado de expropiar empresas, especialmente españolas, por las que siente un 'aprecio especial'.

El presidente de Bolivia respondió al Gobierno español con gran cinismo y desprecio, al asegurar que si el Gobierno de España no quiere tener relaciones diplomáticas, Bolivia "las tendrá con los movimientos sociales españoles". Morales dijo entender la reacción del Gobierno español, pero también "el profundo sentimiento del pueblo español", cuyos "movimientos sociales están pidiendo la nacionalización de las empresas".

El Gobierno boliviano justificó su decisión porque Sabsa no cumplió con sus compromisos de inversión y mantuvo su equipo ejecutivo con "salarios exorbitantes". El decreto de nacionalización establece que, en un plazo de 180 días, una empresa independiente contratada por el Estado deberá definir la cantidad que Bolivia pagará por las acciones expropiadas.

Por su parte, Abertis "respeta" la decisión del Gobierno de Bolivia pero espera que el proceso "se lleve a cabo conforme a los principios internacionales de derecho" y que se cierre con un acuerdo que determine una "compensación adecuada". La empresa pública AENA ha afirmado que asume completamente la posición de su socio Abertis, que califica de "nulo" el impacto de la nacionalización sobre sus cuentas.

La empresa española ha desmentido -a través de un comunicado- las palabras de Morales porque Sabsa ha realizado un "importante esfuerzo inversor" en los últimos años, de 12,6 millones de euros entre 2005 y 2012. A esa cantidad se habrían añadido otros 38,6 millones de euros pagados en forma de canon a la Administración del país. Además, Abertis había denunciado los incumplimientos del contrato por parte de Bolivia en el tema de la explotación de los aeropuertos, para los que el Estado reclamaba más inversiones. Por eso, Abertis inició un procedimiento de arbitraje en el que reclamaba una indemnización compensatoria de 90 millones de euros, basándose en que el Gobierno no aplicó el "régimen aplicable a las tarifas por servicios de embarque y aterrizaje", que estaban congeladas desde 2003 y rebajó en 2005 "de manera arbitraria".

Abertis estima en unos 67,6 millones de euros la "justa compensación" que confía obtener tras la decisión del Gobierno de Bolivia de expropiar Sabsa, la sociedad a través de la que gestionaba tres aeropuertos del país. Pero viendo las anteriores actuaciones de Morales, pueden esperar sentados...

Y también puede esperar sentado Evo Morales a que alguien invierta en su pachamama...

Andrés Velázquez
andres@hispanidad.com