El presidente trata de ganar tiempo hasta que la recuperación se produzca Que Zapatero es un cortoplacista no es ninguna novedad. Pero la evidencia esta en el calendario. Ahora lo primero es pasar con nota el Debate sobre el Estado de la Nación. No es fácil porque la soledad y debilidad parlamentaria no ayudan. Pero Zapatero lo intenta. Y el as en la manga se llama financiación autonómica. Chequera para lograr torcer el pulso de los catalanistas de todos los partidos. Eso y un guiño al PP a través de una mini reforma laboral acompañada de más recursos para la protección social. Más chequera que hasta el 100% de deuda/PIB de algunos de nuestros socios, hay margen. No puede no haberlo, señalaba Salgado.
Segunda estación: europeas. Es verdad que el PP no vende nada ilusionante. El propio Oreja señalaba este martes que la oferta popular era un valor seguro, fiable, conocido. Conocido porque se conocen sus errores y aciertos de uno que se autocalifica de elefante. Pero en la actual coyuntura de crisis, el PP tiene imagen de buen gestor; el PSOE no. Y eso explica el diferencial en intención de voto. El objetivo del PSOE es minimizar el roto.
Tercera estación: reestructuración financiera. Es verdad que Moncloa se había comprometido a que el fondo estuviera listo en mayo. Pero el Gobierno ha valorado que la imagen del Ejecutivo poniendo dinero para salvar entidades o interviniendo entidades no era positivo de cara a las europeas. Así que la consigna es aguantar. La misma que se dio a las inmobiliarias antes de las generales. El fondo se aprobará tras las europeas.