La ONG abortista Center for Reproductive Rights instó a la Food and Drug Administration (FAD) a considerar la posibilidad de la comercialización de la píldora del día después en las farmacias. La FAD respondió con una negativa el pasado mes de junio. Entonces, el CRR anunció que no tiraría la toalla y es ahora cuando han obtenido la luz verde por parte de la FAD. La razón, es la existencia de un nuevo presidente al cargo del equivalente a nuestra agencia nacional del Medicamento, Andrew (Andy) von Eschenbach.
Las declaraciones del presidente Bush respaldando que la píldora del día después exija receta médica para menores se ha interpretado como un apoyo a la dispensación libre para mayores de edad decretada por la FAD. Una decisión incoherente con la abierta defensa de la vida de la que ha hecho gala el presidente norteamericano. Porque la píldora del día después es tan abortista como el DIU. Impide la ovulación, pero si falla, dispone de un segundo mecanismo que impide la implantación del óvulo fecundado, que como todo el mundo sabe, es una nueva vida hija de la de sus progenitores, pero diferenciada de los mismos.