Es un intento de imponer la ideología de género.
Es lo interesante de la ideología de género. Que sirve igual para un roto que para un descosido. Así lo ha demostrado este martes la ministra de Agricultura y Medio Ambiente, Rosa Aguilar, en un desayuno informativo.
Al presentarla y hablar de su currículum uno ya sabe qué se puede esperar. Miembro de UGT y especializada en tema laboral (por lo que sus primeras palabras han siso para alabar y echar incienso al nuevo pacto laboral) y gran defensora de los derechos de la mujer. Y ahora mismo, en muchos casos, decir esto es decir defensora de la ideología de género.
¿Y qué tiene que ver eso con la agricultura y el medio ambiente? Pues todo puede tener relación. Por eso, desde su cargo como ministra del ramo, ha propuesto una Ley sobre Titularidad Compartida. Esta nueva norma quiere ser un signo de igualdad en el campo y constituya un factor de cambio para que las mujeres del mundo rural tengan igualdad de derechos que los hombres. A través de esta ley la mujer podrá acceder a créditos o a planificar sus actividades, y además podrá tener más posibilidades de hacer oír su voz si la titularidad de las tierras es compartida.
Es decir, vuelta a lo mismo. Imponer una ley que coloca al hombre como el malo, que se aprovecha de la mujer y por lo tanto hay que erradicar esa figura en el campo. Sin embargo, en un campo que se muere, que sobrevive gracias a las subvenciones y que se está quedando vacío, quizás no pide una medida de este tipo tan ideológico, sino más bien una de tipo práctico. Pero eso ya lo hará otro.
Juan María Piñero
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