Se enfrentó al gobernador y al subgobernador, empeñados en aplicar criterios políticos, especialmente en la CAM.

Hay mucho más trasfondo de lo publicado en lo referente al relevo en el timón del mando del FROB, donde Julián Atienza, ya jubilado, veterano jefe del Cuerpo de Inspectores del Banco de España, fue llamado de nuevo a filas para valorar la situación de las cajas de ahorros en dificultades y aplicar la medicina adecuada.

Sin embargo, con el proceso inacabado, más bien parece que no ha hecho más que comenzar, Atienza da el portazo y se vuelve a casa, tras una temporada breve pero intensa, de broncas con el gobernador Fernández Ordóñez y el subgobernador, Javier Aríztegui.

Atienza se ha marchado dando el portazo porque no está dispuesto a admitir los criterios políticos de MAFO y su segundo. La CAM ha sido la gota que ha colmado el vaso. No sólo es que la entidad alicantina precise recapitalizar por 3.000 millones de euros y aplicar activos probablemente por otros 3.000. Es que, además, en 18 meses debe refinanciar otros 11.000 millones.

Pues bien, MAFO está dispuesto a nacionalizar e intervenir a cualquier precio, y luego entregarle una CAM limpia a don Emilio Botín.

Eso puede suponer, desde denuncias ante Bruselas y ante los tribunales españoles, a algo muchísimo peor: que Novacaixagalicia y otras SIP, que están esperando a ver lo que ocurre con CAM, exijan las mismas condiciones que en su momento se otorgaron a Bankia o la que MAFO se empeña en facilitar a la CAM.

No sólo eso, la forma en la que está ejecutando el Fondo de Rescate va a encarecer el innecesario proceso de reformas del sector ahorro para el FROB y, de paso, para todos los españoles.

En ese proyecto Atienza sobraba. Su sustituto es Mariano José Herrera, responsable de cajas de ahorros del Banco de España, un personaje mucho más dócil y sumiso que Atienza.

La reforma financiera es mala pero cara, y no ha hecho más que empezar.

Eulogio López

eulogio@hispanidad.com