Las prisas del Gobierno Zapatero por  privatizar, en el peor momento, devalúan al tercer grupo bancario español

 

Pero ya no hay marcha atrás: Rato tendrá que ceder más del 50% del capital para salir del atolladero. Todo ello lleva a mayores recortes de oficinas y a alguna fusión ulterior, previsiblemente con BBVA

A ver muchacho, las cuentas. En números redondos, los recursos propios de Bankia se sitúan en los 10.000 millones de euros y más de 2.000 millones correspondientes a minoritarios. Se pretende levantar en el mercado 4.000 millones de euros.

Es decir, hablamos de 16.000 millones de euros. Si consideramos que el porcentaje de colocación andará entre un 45 y un 50% del valor contable nos encontramos en los 8.000 millones de euros. Si le quitas los 4.000 obtenidos y los 2.000 correspondientes a minoritarios resulta que los 10.000 millones de euros se nos convierten en 2.000.

¿Vale Bankia 2.000 millones de euros? Ni de coña, vale mucho más. La unión de siete cajas de ahorros, comandados por Caja Madrid y Bancaja, conforman el tercer grupo bancario español. El Santander vale en el mercado 66.000 millones, por 35.000 millones del BBVA. Y eso considerando que estos dos grupos se llevan despeñando en bolsa por el desprestigio de la marca España.

Eso asumiendo que se consiga el 50%, porque todos los buitres financieros están reclamando el 45%, hipótesis en la que es mejor no pensar.

En definitiva, las prisas del Gobierno socialista de Rodríguez Zapatero por privatizar las cajas de ahorros ha depreciado y degradado al sector del que depende, además, las industrias estratégicas españolas. Toda fusión cajera y conversión en SA conlleva venta de participaciones industriales en un país como España, que vive un peligrosísimo proceso de deslocalización industrial.

Y lo que es más grave para el Gobierno: o sale Bankia o no saldrá ninguno de la decena de proyectos en marcha.

Y en pleno síndrome de Estocolmo, porque, a estas alturas, resulta que lo de Bankia tiene que salir sí o sí, o los especuladores lanzarán un ataque contra todas las empresas españolas y contra la deuda pública.

Encima, salir a bolsa en el peor momento supone abocar a las cajas a nuevos recortes de oficinas,  plantillas y a un rosario interminable de nuevas fusiones. En el caso de Bankia, con el BBVA.

Eulogio López

eulogio@hispanidad.com