El autocalificado bufón italiano, Leo Bassi, fue agredido en la noche de este miércoles con un artefacto casero. Bueno, en realidad, no fue agredido, porque el artefacto fue interceptado antes de estallar. Pero ha sido suficiente para que Bassi aproveche la ocasión para hacer publicidad de su espectáculo, que por supuesto, no va a cerrar, sino posiblemente ampliar en fechas.
La información sobre la blasfemia supuestamente incursa en el 525 del Código Penal fue destapada por el Semanario ALBA a quien Bassi hace responsable intelectual de los hechos cuando acusa a algunos medios escritos. Posteriormente, el Centro de Estudios Jurídicos Tomas Moro, así como Alternativa Española presentaron sendas querellas por herir los sentimientos religiosos. Y ojo, no sólo de los católicos, porque el espectáculo de Bassi se dirige todas las religiones, incluida la islámica, aunque por lo bajini, afirma que los islámicos le dan más respeto.
Pues bien, a pesar de la querella presentada, Centro de Estudios Jurídicos Tomás Moro, ha ofrecido sus servicios jurídicos a Bassi para ayudarle en su defensa. Estamos en contra de cualquier agresión, venga de donde venga, señala a Hispanidad un portavoz del Centro. Eso es caballerosidad. Ahora sólo hace falta que los tribunales trabajen.