• El Kremlin se ha cansado y no ha esperado a la autorización del Gobierno legítimo de Kiev: ha ordenado a sus camiones que crucen la frontera.
  • La Cruz Roja no escolta el envío de ayuda porque no se cumplen los requisitos de seguridad en la región.
  • Ucrania tilda la intromisión de "invasión directa por parte de Rusia", aunque descarta el uso de la fuerza.
  • Lo que teme es que el convoy sea un pretexto para armar a los rebeldes.
  • Los mercados rusos se resienten y las bolsas europeas bajan. La incertidumbre no es buena.
  • La Unión Europea insiste a Putin que debe respetar el Derecho Internacional.

Al Gobierno ruso se le ha acabado la paciencia de esperar al otro lado de la frontera y esta mañana de viernes ha ordenado al polémico convoy de asistencia humanitaria que la cruce. Su objetivo es la región de Lugansk, destinataria de la ayuda. La columna de 260 camiones llevaba más de una semana 'acampada' en la carretera, a la espera de una autorización de Kiev, que finalmente no se ha producido.

El ministro de Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, ha alegado en un comunicado que el Kremlin "ha hecho esfuerzos sin precedentes para cumplir todos los requisitos", pero las autoridades ucranianas han seguido "inventando pretextos". De este modo, Lavrov ha advertido en contra de "cualquier intento de perturbar esta misión meramente humanitaria". 

El Gobierno de Kiev ha confirmado, por su parte, la entrada en Ucrania del convoy, y ha calificado esta intromisión como una "invasión directa por parte Rusia". El portavoz del Ejército, Andriy Lisenko, ha denunciado que el convoy "ha entrado sin la tutela del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) ni de los guardas fronterizos ucranianos". El CICR ha decidido no escoltar el envío de ayuda humanitaria debido a que no se cumplen los requisitos de seguridad en la zona, por lo que aumenta el temor en Ucrania de que el convoy ruso esconda equipamiento militar para armar a los rebeldes separatistas.

A pesar de que las autoridades ucranianas han descartado llevar a cabo cualquier ataque al convoy, los ecos de esta escalada de tensión en la ya delicada relación entre Kiev y Moscú se trasladaban a los mercados, necesitados de noticias alentadoras y menos incertidumbre. La bolsa rusa ha llegado a caer más del 2%, aunque las pérdidas después iban a menos. En las europeas también se han notado las noticias de Ucrania y han cerrado en negativo. 

La Unión Europea, siempre tan rápida, ha dejado claro su posicionamiento en el conflicto. Según ha declarado un portavoz de política exterior y seguridad común, Sébastien Brabant, "la ayuda humanitaria de Rusia debe entregarse en pleno respeto del Derecho Internacional, a través de las organizaciones competentes y con el acuerdo del Gobierno ucraniano".

Daniel Esparza

daniel@hispanidad.com