- La mora bate un nuevo record en diciembre y alcanza el 13,6%.
- Santander y BBVA argumentan que su negocio está fuera de España.
- El ROF está bajando y el margen de intereses cae en todos los grandes bancos menos en Caixabank.
- Y el Banco de España sigue en el alero por permitir los abultados beneficios de las entidades en 2013.
- Y todo pendiente de las pruebas de estrés europeas.
A ver si nos enteramos. Es materialmente imposible que el negocio bancario marche bien con una morosidad del 13,6%. Sin embargo, el sector afirma que no pasa nada, que el negocio va bien porque han provisionado la morosidad, es decir, tienen cubierta esa morosidad, incluso tienen suficiente capitalización como para soportar una mora mayor.
Vamos a ver. Es como si el dueño de una pequeña tienda dice que su negocio va bien aunque no haya entrado nadie en un mes, porque tiene las joyas de la abuela que va vendiendo para poder vivir.
Por eso, el dato publicado este martes por el Banco de España es muy preocupante y pone sobre la mesa el futuro del modelo bancario en nuestro país. Precisamente, los dos mayores bancos, Santander y BBVA, argumentan que sus beneficios provienen del exterior, sobre todo de Hispanoamérica. En España sufren lo mismo que el resto de entidades.
A saber: el margen de intereses continúa en negativo y el Resultado de Operaciones Financieras (ROF), la principal fuente de beneficios del sector en 2013, está bajando. Un apunte: Caixabank es el único de los grandes bancos que mantuvo un margen de intereses positivo en España. Eso sí, registró un beneficio bruto de menos 713 millones de euros.
A todo esto, el Banco de España sigue en el alero por permitir que las entidades presenten esos abultados beneficios que, en realidad, son ficticios o, al menos, no responden al negocio típico de la banca. Son fruto de la venta de las joyas de la abuela.
Y todo está pendiente de las pruebas de estrés europeas de este verano. No se alarmen, seguro que todas las entidades pasan con nota, entre otras cosas porque los test no examinan el negocio mismo, sino la capitalización de las entidades, esto es, si tienen suficientes recursos propios para cubrir las pérdidas, es decir, la morosidad.
Oiga, en lugar de ver si tiene suficientes joyas para aguantar un tiempo, ¿no sería mejor buscar soluciones para que entren clientes en la tienda
Pablo Ferrer
pablo@hispanidad.com