La inmobiliaria Martinsa-Fadesa presentó concurso de acreedores en julio de 2008. El hecho afectó a los 250 trabajadores despedidos, a sus subcontratas y a las cajas y bancos que habían concedido créditos a la inmobiliaria. Desde entonces ha ido de mal en peor: su situación ha provocado un mayor deterioro de sus activos
Después de un 2007 en el que había obtenido un beneficio de 60 millones de euros, la empresa presidida por Fernando Martín perdió en 2008 2.471 millones de euros. Todos sus números son rojos: el EBITDA fue de -328 millones de euros, multiplicando por 20 su EBITDA negativo de 2007. La deuda de Martinsa-Fadesa asciende a 5.522 millones de euros, un 7% más que en 2007.